El magnesio es un mineral que es vital para la nutrición humana, ya que juega un papel fundamental en muchas de las funciones del cuerpo. La deficiencia de magnesio (hipomagnesemia) se considera que es poco común, pero puede ocurrir en pacientes que sufren de desnutrición y mala absorción (debido a trastornos como la celíaca o enfermedad de Crohn), enfermedad renal, la diabetes no administrado, pancreatitis aguda y el alcoholismo.
Tipos
Los síntomas de la deficiencia de magnesio se dividen en tres categorías, que son: síntomas tempranos, deficiencia moderada y deficiencia severa.
Los primeros síntomas
Los primeros síntomas incluyen irritabilidad, letargo, insomnio, temblores musculares, confusión y reducción de la memoria y capacidad de aprendizaje.
Deficiencia moderada
Los síntomas de deficiencia moderadas incluyen cambios en el sistema cardiovascular (como arritmia ritmos anormales del corazón y latido del corazón rápido), la debilidad muscular y la hiperexcitabilidad.
La deficiencia severa
Los síntomas de deficiencia severos incluyen contracciones persistentes e involuntarios musculares (mioclonía), hormigueo y entumecimiento, vértigo, ritmos cardíacos anormales, espasmos coronarios, convulsiones, alucinaciones y desorientación.
Diagnóstico
Si un paciente muestra signos de tener una deficiencia de magnesio, el médico le administre un examen de sangre para medir los niveles de magnesio.
Información de expertos
Aunque la deficiencia de magnesio tiende a ser poco frecuente, habitualmente pasa desapercibido porque los niveles de magnesio en suero (prueba de análisis de sangre que utiliza principalmente) no revelan con exactitud la cantidad exacta de magnesio que el cuerpo almacena.
Tratamiento
La deficiencia de magnesio se trata típicamente mediante la administración de un suplemento de magnesio, que puede ser en forma de una cápsula o una inyección.